La Ley de Agua Limpia cumple 51 años y hoy más que nunca es urgente defenderla

El Congreso de los Estados Unidos de América y los funcionarios estatales, deben actuar con rapidez para prevenir que el fallo de la Corte Suprema en el caso Sackett v. EPA, tenga consecuencias irreversibles. En mayo pasado, el máximo tribunal, eliminó las protecciones federales para la mayoría de los humedales en EE. UU. y restringió la autoridad de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU, (EPA por sus siglas en inglés), para realizar su trabajo de monitoreo ambiental. Es el mayor ataque a la Ley de Agua Limpia en los 51 años de su historia. Este veredicto, pone en riesgo el suministro de agua potable e ignora el rol que cumplen los humedales, al reducir el impacto del cambio climático y mantener el balance de la vida silvestre. Déjanos explicarte por qué necesitamos defender la Ley de Agua Limpia. 

¿Cuál es la importancia de la Ley de Agua Limpia?

El 18 de octubre de 1972, republicanos y demócratas se unieron y aprobaron la Ley de Agua Limpia, para proteger nuestros lagos, ríos, arroyos, humedales y bahías de la contaminación y la destrucción. Más de medio siglo después de aprobada, esta ley histórica ha rendido sus frutos.

La Ley de Agua Limpia, tiene jurisdicción sobre unas 200,000 “fuentes puntuales” de contaminación, incluyendo instalaciones de tratamiento de aguas residuales, fábricas de papel, refinerías de petróleo, granjas interiores de cerdos y determinados sitios de construcción.

Se calcula que nuestras aguas, hubieran recibido 700 mil millones de libras de contaminantes de no haber sido por esta legislación. También se logró desacelerar la pérdida de humedales, fundamentales para la vida silvestre y el equilibrio ecológico y el número de lugares que cumplen con las metas de agua limpia en todo el país se ha duplicado. 

Pero todavía queda un largo camino por recorrer para lograr un acceso equitativo al agua potable, apta para beber, nadar y pescar. El fallo de la Corte Suprema, pone en riesgo el suministro de agua potable, e ignora el rol que cumplen los humedales, al reducir el impacto del cambio climático y mantener el balance de la vida silvestre.

Vista aérea de una marisma salada. Los humedales, como las marismas saladas, ayudan a proteger a las comunidades de las marejadas ciclónicas. Crédito: Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU.

¿En qué consiste el caso Sackett v. EPA y cuál es la jurisdicción de la Ley de Agua Limpia?

La disputa entre los esposos Sackett y la EPA, comenzó en el 2007, después que la pareja compró una parcela de tierra sujeta a las protecciones de la Ley de Agua Limpia. La parcela incluía humedales en la zona del lago Priest, uno de los lagos más grandes de Idaho, y se requería un permiso antes de iniciar una construcción o desarrollo cerca de esos humedales. Los Sackett, argumentaron que no necesitaban un permiso de construcción en su propiedad, ubicada a unos 500 pies del lago. La Ley de Agua Limpia, establece que es ilegal la descarga de cualquier contaminante proveniente de una fuente puntual en aguas navegables, a menos que exista un permiso autorizado bajo la Ley de Agua Limpia.

Los nueve jueces de la Corte Suprema, fallaron a favor de los Sackett y estuvieron de acuerdo en el fondo del fallo: la EPA no tenía autoridad para decidir si los Sackett podían o no hacer una construcción en su parcela. Sin embargo, cuatro de los nueve jueces, discreparon con la interpretación de la sentencia de que la Ley del Agua Limpia, solo protege los humedales que tengan una “conexión continua en superficie”.

¿Cómo ayudan los humedales a reducir el riesgo de desastres y mantener el balance de la biodiversidad?

Hay 290 millones de acres de humedales en EE. UU. Son áreas de tierra que están cubiertas por agua, durante todo el año o en periodos variables del año. Están cerca de ríos, arroyos, estanques y lagos. Absorben el agua y reducen el efecto de las inundaciones, nos protegen contra huracanes y tormentas, tanto en las costas, como en el interior del país.  Además, filtran y retienen las sustancias que contaminan el agua y absorben los nutrientes necesarios para una buena calidad de agua.

Los humedales sirven de hábitat para cientos de especies de plantas, poblaciones de aves acuáticas invernantes, águilas pescadoras, águilas calvas, especies marinas, y una diversidad de mamíferos y reptiles. Lamentablemente, los humedales están desapareciendo a un ritmo acelerado en algunas partes de Estados Unidos. El fallo de la Corte Suprema en Sackett v. EPA, agravó la situación de los humedales.

A tan and orange fish rests in a person's hand.
La trucha Gila, es una de las especies de trucha más raras de los Estados Unidos, que habitan en arroyos de Arizona y Nuevo México Crédito: Craig Springer/USFWS

¿Qué aguas protege la ley?

El texto de la Ley de Agua Limpia, establece que la ley protege “Las Aguas de los Estados Unidos”. Durante más de treinta años, los tribunales y anteriores gobiernos, han interpretado que esta frase, incluye esencialmente a todos los cuerpos de agua naturales: arroyos, humedales, ríos, lagos y zonas costeras, así como los embalses de suministro de agua. Pero dos decisiones de la Corte Suprema en 2001 y 2006, dejaron en el limbo las protecciones de los arroyos más pequeños y de varios humedales.  El gobierno del presidente Obama, finalizó una norma que pretendía aclarar qué aguas estaban protegidas bajo La Ley de Agua Limpia. Sin embargo, las industrias de la construcción, de productos químicos, petróleo, gas y minería se opusieron y desde entonces han presionado para que se eliminen las protecciones federales de los arroyos y humedales.

Cumpliendo con el reciente fallo de La Corte Suprema, la EPA revisó la regla que define a las Aguas de Los Estados Unidos. La agencia federal, estima que el 63 por ciento de los humedales del país, quedarán sin protecciones federales, debido al fallo del tribunal supremo. Y hasta 4.9 millones de millas de arroyos, perderán protecciones federales para evitar su contaminación. La decisión de la Corte Suprema, de eliminar las protecciones a los humedales en el país, socava nuestro derecho al agua saludable y pone en peligro a la vida silvestre y sus hábitats. 

Las autoridades locales y federales, deben trabajar para garantizar que el progreso alcanzado, gracias a la Ley de Agua Limpia, continúe. Priorizar el acceso equitativo al agua limpia y mitigar los impactos del cambio climático, deben ser los factores clave para garantizar que La Ley de Agua Limpia, siga en vigencia como una herramienta eficaz que protege nuestras fuentes de agua y la salud pública de las futuras generaciones.

En National Wildlife Federation, trabajamos para defender la Ley de Agua Limpia en el Congreso y los tribunales. Estamos comprometidos en restaurar las protecciones federales para todas las aguas superficiales importantes, incluyendo a los humedales y los arroyos.

Puedes leer más información sobre cómo la Ley de Agua Limpia protege nuestras aguas, aquí. También puedes leer este blog en inglés, aquí.